miércoles, 31 de marzo de 2010

Extraviados.

El extravio de un documento de sobreestimada importancia, un error de caligrafia, o incluso un siete algo torcido que se confunde con un uno. Errores tan minimos son suficientes para enviar un alma a la epoca equivocada. Estas almas desdichadas logran camuflarse y dan la apariencia de encajar la mayoria de las veces, pero en el fondo saben que no deberian estar ahi. Los caballeros que hayan estado destinados a portar una lanza y montar caballos de guerra, sentiran una honda tristeza al cargar maletines y andar en bicicleta. Indios que deberian correr a la par del viento morderan el asfalto con sus pies descalzos, y frunciran la frente sin saber por que. Hombres sabios y magnanimos que probablemente merecerian un trono de oro deberan conformarse con un cubiculo en alguna oficina.

Quizas los que controlan el trafico de almas son, ironicamente, seres desalmados. Si asi fuera, bastaria un ajuste intencional para cambiar las direcciones, o mejor dicho los años, tan solo para reirse un rato de como algunos no encajamos. Para hacer esto aun mas interesante inmediatamente se ponen a trabajar como corresponde, para que la mayor cantidad de almas vayan a parar al tiempo y lugar preciso, con el fin de incrementar la alienacion del alma vagabunda. Despues de todo, son muchos los que van a la playa en busca de las multitudes, y pocos los que van a juntar caracoles.

Los extraviados tardaran poco en darse cuenta que son diferentes. En primera instancia sospecharan que hay algo mal en ellos pero luego, si tienen suerte, se daran cuenta que hay algo mal con el mundo. Quien no pueda ceder el paso a una dama sin levantar miradas de sospecha o indignacion se preguntara donde quedo la caballerosidad. Aquel que se sorprenda ante los engranajes corruptos que mueven al mundo sera acusado de ingenuo, y querra saber quien se llevo la inocencia. El que camine descalzo por miedo a lastimar la hierba sera objeto de burlas, y se disculpara en susurros con los arboles en nuestro nombre. Y como si fuera poco, sera llamado loco.

Pero pronto caeran en la cuenta, de que no son los unicos, y encontraran refugio en la sombra de monumentos erigidos por otras almas tan perdidas como ellos. Musicos, escritores, artistas e incluso cineastas se alimentan del sentimiento de extrañeza que sienten con este mundo, y solo en sus obras podran sentirse comodos. Esos mundos rapidamente cobraran mas sentido que este, por mas que existan solo en el papel.

Personajes ficticios seran mas reales que la gente con la que uno comparte el colectivo. Encontraran mas verdad en la letra de una cancion que en cualquier articulo de la constitucion, y los versos de algun libro se volveran su ley. Jamas se sentiran solos de nuevo, pues sabran que estas historias fueron echas para ellos.

martes, 30 de marzo de 2010

Choque

Comienza con una sospecha que desestimamos. Sigue en un rumor dicho en voz baja. Avanza a una especie de tabu en las conversaciones, pero obligatorio en los susurros. Evoluciona a un tema hablado entre fallidos intentos de disimular la incomodidad que provoca. Muta en miradas perturbadas y pasos apurados. Desencadena en panico general.

Antes de darnos cuenta la gente ya corre agitando los brazos, desconociendo si deberian estar huyendo de algo o intentado llegar a otro lugar. Cuando decidimos prestar atencion nos damos cuenta que nos estan gritando que nos preparemos para el choque,
la colision ya es inminente.

Horrorizados nos aferramos al suelo para intentar conservar lo que somos por el mayor tiempo posible. Vemos como nos aproximamos al umbral a velocidad de crusero, y nos aferramos a las tablas del piso al observar los desesperados intentos de otros de atarse a todo lo que encuentren. Nos estremecemos al comprobar que la sombra de este umbral ya nos cubre, y cerramos los ojos preguntandonos que tan fuerte sera el impacto. Pero no sentimos nada y nos paramos con cautela. Nos palpamos, esperando encontrarnos mas altos quizas, o convertidos en hombres,
pero solo envejecimos unos segundos.

Miramos confundidos a las personas que pretenden haberse caido por la conmocion, y a los que caminan con fingido aire de renovacion y madurez. Llegamos a ver a uno que no se ato a nada, y se rie por lo bajo de esta gran coreografia.


Observamos a nuestro alrededor, los cuadros siguen en su lugar y los libros de la infancia no fueron reemplazados por gruesos tomos polvorientos. Incluso estan nuestras canicas en un rincon, esperando que volvamos a jugar con ellas algun dia.

lunes, 29 de marzo de 2010

Monologo final

De pie sobre la tarde intima como su cuarto con la cama deshecha. Un momento suspendido en el tiempo, atrapado entre el placer y el deber. Uno se despierta y se estira, mira el techo relajado por unos momentos y luego se levanta para contemplar la cama en cuestion. Despeinada como quien se asoma por la ventana, nos inspira ternura en su desarreglada inocencia. Pero es cuestion de segundos para que nos invada la culpa, y recordamos que debemos ordenarla. Con algo de resentimiento sacudimos las sabanas, y con ellas lo que soñamos aquella noche. Nos entregamos a la tarea de aprisionar con frasadas aquel lecho que nos arropo incondicionalmente. Todo sea por la rutina.

(Observa sus zapatos algo sucios y roidos, lejos de estar lustrados. Palpa su camisa y siente la suavidad de la ropa que no ha sido planchada en un tiempo. Quizas sea mejor asi, nadie quiere ser formal).

El ocaso es como aquel momento en el que se puede contemplar la cama sin culpa. El dia lo pasas contando las horas que llevas despierto, y la noche recordando como las contabas. Pero en la luz rojiza del crepusculo no ves pasado ni futuro, ni siquiera presente. Desprovisto de tiempo, te encuentras contigo mismo por unos instantes (¿Se lo puede llamar instantes aunque no puedan ser medidos?). Ese es el momento mas placentero para un hombre, o el mas aterrador. Despues de todo, ¿Cuantos pueden encontrarse en lo que refleja el espejo? Me atrevo a decir que todos pueden, pero no todos se atreven. Inspeccionar hasta el ultimo pliegue de nuestra sombra, y juzgarnos a nosotros mismos. Despues de todo en nuestra benevolencia somos los jueces mas crueles.

(Siente como su pierna derecha se entumece y la sacude, seguido del hormigueo que nos avisa como nuestro cuerpo de despierta de su siesta algo confundido. Sonrie pues recuerda el mismo entumecimiento de los dias de colegio al pararse del banco y reirse mientras se arrastra la pierna adormecida. Pero hoy no puede permitirse un error causado por la fatiga, los dias de despreocupada inocencia han quedado muy atras).

Supongo que solo puede sostenerse la mirada a si mismo en el espejo quien no huye de lo que fue, o de lo que es ahora, y solo quien pueda hacerlo es feliz. Las multitudes que aseguran ser felices son solo aquellos que lo desconocen; solo tus ojos son lo suficientemente agudos para emitir un juicio acertado. Que felices son ellos en su ignorancia, pero uno no puede ignorar una verdad asi una vez que la conoce.

(Su mano izquierda tiembla, pero la derecha la aprisiona tenazmente. Su cuerpo parece adivinar los acontecimentos que estan por suceder. Este intenta noble, e ingenuamente, proteger la carne. No puede evitar sentir cierto afecto ante estos instintos basicos, pero el hace tiempo dejo de preocuparse por ello).

Cuantas veces me he visto en el espejo y no pude sino bajar la mirada. Es inhumano soportar el estupor de todos aquellos que de alguna manera te criaron, todos los que se preocuparon por ti, ahora decepcionados. Su recuerdo atrapado en mis pupilas me ataca silenciosamente. Imagina todos los consejos ignorados y esperanzas muertas atrapadas en las cuencas de tus parpados, hasta que te preguntas si no eres mas que lo que quedo de lo que otros esperaban que fueras, de lo que tu esperabas ser.

El viento desarregla su pelo suavemente. La brisa no lo invita a unirsele, pero tampoco lo rechaza. Esa es la misma indiferencia que lo mato hace tiempo ya, pero en este momento no se percata de ello. Aquel resplandor rojizo lo protege de su conciencia incriminante, pero percibe que este destello comienza a flaquear. Pronta esta la noche, y el sabe que esta no tiene misericordia. No esta seguro si el rugido de autos a su espalda se asemeja mas a una suplica que le implora que recapacite, o a un coro de voces que lo acusa de cobarde y rie con un estruendo metalico. Pero por una vez en su vida no hace caso a lo que digan los otros, y se encoge de hombros levemente mientras sonrie para si, al borde de una carcajada. Entonces se inclina, dispuesto a disfrutar del viento por ultima vez.

Pocos recuerdan haber visto un hombre en la cima del puente aquella tarde, observando el horizonte, o eso parecia. Un pasante creyo ver una figura caer al agua y desaparecer en las olas. Por mera curiosidad se asomo por la baranda para fijar su mirada en el circulo de espuma, el cual ya comenzaba a difuminarse por la corriente. Pero la luz del atardecer es engañosa y confusa, por lo que aparto la mirada de aquel sol que le obliga a entrecerrar los ojos, y siguio caminando.

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Mi primer publicacion, sean benevolentes.